¿Qué le hace mejor a una marca? ¿El propósito o la propuesta de valor?

¡Vaya que es una buena pregunta!

Existen una “sub-pregunta” que uno puede hacerse a partir de la gran pregunta, como por ejemplo qué entendemos por “marca exitosa”. Pero vamos a suponer para esta reflexión que todos entendemos lo mismo:💸 Una marca exitosa es una marca que vende.❤️

Una marca muy exitosa es una marca que además de vender, es querida por las personas.

Dicho esto, para nosotros la propuesta de valor es más importante. No nos malinterpreten, el propósito es fundamental, es el norte que guía a la marca, le da sentido, y conecta a nivel interno con colaboradores y stakeholders. Pero la propuesta de valor tiene un impacto más inmediato y tangible en el mercado. Es el puente que conecta directamente al negocio con los clientes.

Una propuesta de valor bien construida no sólo satisface una necesidad, sino que tiene el poder de revelar una necesidad latente, algo que las personas no sabían que querían, pero que una vez que lo encuentran, no pueden dejar ir. Y cuando esto sucede, no solo vendes; conectas emocionalmente con los clientes.

El ejemplo es ya bien sabido, pero pensemos en marcas como Apple, que tienen un propósito claro (desafiar el status quo a través de la innovación), pero cuyo éxito radica en una propuesta de valor innegable: dispositivos hermosos, funcionales y fáciles de usar. ¿Amas a la marca? Claro. Pero primero compraste el producto porque resolvía un problema de manera excepcional.

La propuesta de valor puede ser tan poderosa que, al resonar profundamente con los clientes, termine cargando de sentido al propósito de la marca. Y aquí el rol del Branding y la publicidad es clave porque si logras que la marca transmita la propuesta de valor de forma novedosa, cercana, disruptiva, memorable, ¡Felicitaciones! Te convertirás en una marca querida.

Nuestra honesta reflexión es esta: las marcas necesitan ambos elementos para ser grandes. Pero si quieres empezar a ser relevante hoy mismo, trabaja en tu propuesta de valor:

🫵 Hazla simple, clara y directa. Tu cliente debe entender en segundos qué es lo que ofreces y cómo le beneficiará. Olvídate del lenguaje complicado o técnico; menos es más.

💎 Que sea relevante. Habla directamente a una necesidad o deseo de tus clientes. Si logras conectar con algo profundamente importante para ellos, ya tienes la mitad del camino recorrido.

📣 Coherente con tu marca. Si quieres hacer el trabajo completo, tu propuesta de valor debe reflejar quién eres como marca. Debe estar alineada con tu propósito y valores, debe verse y relacionarse de forma que en cada interacción con el cliente, la PDV se materialice de alguna forma.

¿Qué opinas? ¿Tú tienes definida tu propuesta de valor?